Enfermedades de la columna vertebral

Dolor bajo de espalda (lumbalgia)

El término «ciática» se refiere a un dolor que irradia a lo largo del trayecto del nervio ciático, que se ramifica desde la parte inferior de la espalda a través de las caderas y los glúteos y hacia abajo de cada pierna. Por lo general, la ciática afecta solo a un lado del cuerpo.

La ciática se produce con más frecuencia cuando una hernia de disco, un crecimiento óseo en la columna vertebral o un estrechamiento de la columna vertebral (estenosis del conducto vertebral) comprimen parte del nervio. Esto causa inflamación, dolor y, a menudo, algo de entumecimiento en la pierna afectada.

Aunque el dolor asociado con la ciática puede ser grave, la mayoría de los casos se resuelven con tratamientos no quirúrgicos en pocas semanas. Las personas con una ciática grave que está relacionada con una debilidad significativa en la pierna o con cambios en el intestino o en la vejiga podrían ser candidatos a una cirugía.

Síntomas

El dolor que se extiende desde la parte baja de la columna vertebral (lumbar) hacia los glúteos y hacia abajo de la parte posterior de la pierna es la característica distintiva de la ciática. Podrías sentir el malestar casi en cualquier parte a lo largo del recorrido del nervio, pero es especialmente probable que recorra la parte inferior de la espalda hasta los glúteos y la parte posterior de los muslos y la pantorrilla.

El dolor puede variar ampliamente, desde un dolor leve hasta una sensación aguda, de ardor o dolor insoportable. A veces puede sentirse como una sacudida o una descarga eléctrica. Puede ser peor al toser o estornudar, y permanecer sentado durante períodos prolongados puede agravar los síntomas. Por lo general, afecta a un solo lado del cuerpo.

Algunas personas también tienen entumecimiento, hormigueo o debilidad muscular en la pierna o el pie afectados. Podrías sentir dolor en una parte de la pierna y entumecimiento en otra parte.

Cuándo consultar al médico

La ciática leve suele desaparecer con el tiempo. Llama al médico si las medidas de cuidado personal no logran aliviar los síntomas o si el dolor perdura más de una semana, es grave o empeora progresivamente. Obtén atención médica de inmediato si:

Sientes dolor repentino e intenso en la parte inferior de la espalda o la pierna y entumecimiento o debilidad muscular en la pierna.

El dolor es consecuencia de una lesión violenta, como un accidente de tráfico.

Tienes problemas para controlar los intestinos o la vejiga.

La ciática ocurre por el pinzamiento del nervio ciático, normalmente ocasionado por una hernia de disco en la columna vertebral o por un crecimiento óseo excesivo (osteofito) en las vértebras. Con bastante menos frecuencia, un tumor puede producir el pinzamiento del nervio o una enfermedad, como la diabetes, puede dañar el nervio.

Factores de riesgo

Edad

Los cambios en la columna vertebral relacionados con la edad, como las hernias de disco y los osteofitos, son las causas más frecuentes de la ciática.

Obesidad

Al aumentar la sobrecarga en la columna vertebral, el exceso de peso corporal puede contribuir a los cambios espinales que desencadenan la ciática.

Profesión

Un trabajo que requiere que gires la espalda, traslades cargas pesadas o conduzcas un automóvil durante largos períodos podría participar en el desarrollo de la ciática, pero no hay pruebas concluyentes de esta relación.

Permanecer sentado durante mucho tiempo

Las personas que permanecen sentadas durante mucho tiempo o tienen un estilo de vida sedentario son más propensas a desarrollar ciática que las personas activas.

Diabetes

Esta enfermedad, que afecta la forma en que tu cuerpo utiliza el azúcar en la sangre, aumenta el riesgo de lesión a los nervios.

Complicaciones

Si bien la mayoría de las personas se recupera por completo de la ciática, habitualmente sin recibir tratamiento, esta afección puede generar una lesión permanente a los nervios. Busca atención médica inmediata si tienes lo siguiente:

Pérdida de sensibilidad en la pierna afectada

Debilidad en la pierna afectada

Deterioro de la función intestinal o de la vejiga

Preparación antes de la cita

No todas las personas que tienen ciática necesitan atención médica. Sin embargo, si los síntomas son graves o persisten por más de un mes, pide una consulta con el médico de atención primaria.

Qué puedes hacer

Anota tus síntomas y cuándo comenzaron.

Haz una lista con la información médica importante, que comprenda otros trastornos que padezcas y los nombres de los medicamentos, las vitaminas o los suplementos que tomes.

Anota los accidentes o lesiones recientes que puedan haberte dañado la espalda.

Si es posible, pídele a un familiar o a un amigo que te acompañe. La persona que te acompañe puede ayudarte a recordar lo que te diga el médico.

Anota preguntas para hacerle al médico a fin de aprovechar al máximo el tiempo juntos.

En los casos de dolor lumbar irradiado, algunas preguntas básicas para hacerle al médico son las siguientes:

¿Cuál es la causa más probable del dolor de espalda?

¿Existen otras causas posibles?

¿Necesito pruebas de diagnóstico?

¿Qué tratamiento recomiendas?

En caso de que me recomiendes medicamentos, ¿cuáles son los posibles efectos secundarios?

¿Durante cuánto tiempo necesitaré tomar los medicamentos?

¿Soy candidato para una cirugía? ¿Por qué sí o por qué no?

¿Hay alguna restricción que deba seguir?

¿Qué medidas de cuidado personal debo tomar?

¿Qué puedo hacer para evitar que los síntomas vuelvan a aparecer?

No dudes en hacer otras preguntas.

Qué esperar del médico

Es probable que el médico te haga una serie de preguntas, como las siguientes:

¿Sientes entumecimiento o debilidad en las piernas?

¿Algunas posiciones corporales o actividades hacen que el dolor mejore o empeore?

¿Qué tan limitante es el dolor?

¿Haces trabajo físico pesado?

¿Haces ejercicio regularmente? En caso de hacer ejercicio, ¿qué tipo de actividades haces?

¿Qué tratamientos o medidas de cuidado personal has probado? ¿Alguno ha sido de ayuda?

Análisis y diagnóstico

Durante la exploración física, tu médico puede controlar tu fuerza muscular y tus reflejos. Por ejemplo, pueden pedirte que camines en puntas de pie o con los talones, que te pongas en cuclillas y te levantes, y que te acuestes de espalda y levantes a una pierna a la vez. Durante estas actividades, el dolor ocasionado por la ciática habitualmente se vuelve más fuerte.

Pruebas de diagnóstico por imágenes

Muchas personas tienen hernias de disco u osteofitos que aparecen en las radiografías o en otras pruebas de diagnóstico por imágenes, pero que no provocan síntomas. Es por esto que los médicos, en general, no piden este tipo de pruebas a menos que sientas dolor intenso o que no mejores en unas semanas.

Radiografías

Una radiografía de columna vertebral puede revelar un crecimiento óseo excesivo (osteofito) que puede ejercer presión en un nervio.

Imágenes por resonancia magnética (RM)

Este procedimiento utiliza ondas de radio y un campo magnético potente para producir imágenes transversales de la columna vertebral. Una resonancia magnética produce imágenes detalladas de los huesos y de los tejidos, como las hernias de disco. Durante la prueba, te recuestas en una camilla que se desliza hacia el interior de la máquina de resonancia magnética.

Tomografía computarizada (TC)

Cuando se recurre a la exploración por tomografía computarizada para obtener una imagen de la columna vertebral, es posible que antes de que te saquen las radiografías te inyecten un tinte de contraste en el conducto vertebral, procedimiento denominado «mielografía por tomografía computarizada». El tinte circula por la médula espinal y por los nervios de la columna, que se ven de color blanco en la exploración.

Electromiografía

Esta prueba mide los impulsos eléctricos producidos por los nervios y las respuestas de los músculos. Esta prueba puede confirmar la compresión del nervio causada por hernias de disco o por el estrechamiento del conducto vertebral (estenosis del conducto vertebral).

Tratamiento farmacológico

Si las medidas de cuidado personal no alivian el dolor, el médico podría recomendarte algunos de los siguientes tratamientos.

Los tipos de medicamentos que podrían recetarse para tratar el dolor de ciática son:

Antiinflamatorios

Relajantes musculares

Tranquilizantes

Antidepresivos tricíclicos

Medicamentos anticonvulsivos

Fisioterapia

Una vez que el dolor agudo disminuye, el médico o el fisioterapeuta pueden diseñar un programa de rehabilitación para ayudarte a prevenir lesiones en el futuro. Generalmente, el programa comprende ejercicios para corregir la postura, fortalecer los músculos que sostienen la espalda y mejorar la flexibilidad.

Inyecciones de esteroides

En algunos casos, el médico podría recomendar una inyección de un corticoesteroide en la zona que rodea la raíz del nervio afectado. Los corticoesteroides ayudan a reducir el dolor al eliminar la inflamación alrededor del nervio irritado. El medicamento normalmente deja de hacer efecto en unos pocos meses. La cantidad de inyecciones de esteroides que puedes recibir es limitada, ya que el riesgo de sufrir efectos secundarios graves aumenta cuando las inyecciones se aplican con demasiada frecuencia.

Cirugía

Esta opción suele reservarse para cuando el nervio comprimido provoca debilidad considerable y pérdida del control intestinal o de la vejiga, o para cuando el dolor empeora de forma progresiva o no disminuye con otras terapias. Los cirujanos pueden extraer el osteofito o la parte de la hernia de disco que ejerce presión en el nervio pinzado.

Estilo de vida y remedios caseros

En la mayoría de las personas, la ciática responde a medidas de cuidado personal. Aunque descansar durante un día aproximadamente puede aportar alivio, la inactividad prolongada hará que los signos y síntomas empeoren.

Otros tratamientos de cuidado personal que podrían ayudar son:

Compresas frías

Al principio, sentirás alivio si colocas una compresa fría en la zona en la que sientes dolor varias veces al día durante 20 minutos. Usa una compresa de hielo o un paquete de guisantes congelados envueltos en una toalla limpia.

Compresas calientes

Después de dos o tres días, aplica calor en las zonas que te duelen. Usa compresas calientes, una lámpara de calor o almohadillas de calor en la configuración de menor temperatura. Si continúas sintiendo dolor, prueba con alternar compresas calientes y frías.

Estiramientos

Los ejercicios de estiramiento para la zona lumbar pueden ayudarte a sentirte mejor y podrían aliviar la compresión de la raíz del nervio. Evita hacer movimientos bruscos, saltar o girar durante el estiramiento e intenta mantener la posición durante, al menos, 30 segundos.

Medicina alternativa

Las terapias alternativas normalmente empleadas para tratar el dolor en la parte inferior de la espalda comprenden las siguientes:

Acupuntura

En esta técnica, el acupunturista introduce agujas muy delgadas en puntos específicos del cuerpo. Según algunos estudios, la acupuntura puede ayudar a aliviar el dolor de espalda; según otros, la técnica no tiene beneficios. Si decides probar la acupuntura, opta por un acupunturista con licencia para asegurarte de que esté ampliamente capacitado.

Quiropráctica

Los quiroprácticos utilizan el ajuste (o la manipulación) de la columna vertebral, entre otras terapias, para tratar una columna vertebral con movilidad reducida. El objetivo es recuperar el movimiento de la columna vertebral y, como resultado, mejorar la función y disminuir el dolor. La manipulación de la columna vertebral parece ser eficaz y segura como tratamiento estándar del dolor de la parte inferior de la espalda; sin embargo, podría no ser adecuada para los casos de dolor irradiado.

Prevención

No siempre es posible prevenir la ciática, y esta afección puede volver a aparecer. Adoptar las siguientes medidas puede tener un papel fundamental en la protección de la espalda:

Haz ejercicio regularmente

Para mantener la espalda fuerte, presta especial atención a los músculos centrales, es decir, los músculos del abdomen y de la parte inferior de la espalda que son esenciales para tener una buena postura y una correcta alineación. Pídele al médico que te recomiende actividades específicas.

Mantén una postura adecuada al sentarte

Elige un asiento que tenga un buen soporte lumbar, apoyabrazos y base giratoria. Considera colocar una almohada o una toalla enrollada en la parte baja de la espalda para mantener su curva normal. Mantén las rodillas y cadera alineadas.

Utiliza una mecánica corporal adecuada

Si estás de pie durante períodos prolongados, apoya un pie en un banquito o en una pequeña caja de vez en cuando. Cuando levantas objetos pesados, deja que las piernas hagan el esfuerzo. Sube y baja con la espalda derecha. Mantén la espalda derecha y flexiona solo las rodillas. Mantén la carga cerca del cuerpo. Evita levantar la carga y girar el cuerpo al mismo tiempo. Busca ayuda para levantar el objeto si es pesado o difícil de trasladar.